right¿Ha conseguido una pre-calificación o una pre-aprobación para obtener un préstamo?
Antes de comenzar a buscar una nueva vivienda, debería arreglar una cita para reunirse conmigo a fin de que podamos calcular cuánto puede gastar. Esto lo pondrá en una mejor posición como comprador. En ese momento es cuando es importante conocer la diferencia entre estar pre-calificado y pre-aprobado para obtener un préstamo. La diferencia entre ambas cosas es crucial cuando decide hacer una oferta por una casa.

Para que pueda conseguir la pre-calificación para obtener un préstamo, reuniré información sobre sus deudas, ingresos y activos. Examinaremos su perfil de crédito, evaluaremos metas con respecto al pago inicial y nos formaremos una idea de qué programas de préstamo podrían ser adecuados para usted. Emitiré una carta de pre-calificación en la que se indicará el monto de préstamo para el que quedará pre-calificado.


Es importante comprender que una carta de pre-calificación es simplemente una estimación del monto de préstamo para el que usted es elegible, y no un compromiso de préstamo.
La pre-aprobación para obtener un préstamo le da una ventaja competitiva cuando llega el momento de hacer una oferta por una vivienda porque ya ha sido aprobado para recibir un préstamo por un importe específico.


A fin de conseguir la pre-aprobación, deberá
completar una solicitud de hipoteca y proporcionarme diversos datos que verifiquen su situación en cuanto a empleo, activos y finanzas como, por ejemplo, formularios W-2, registros bancarios y estados de tarjeta de crédito. Analizaremos sus opciones de hipoteca y presentaremos su solicitud al prestamista más adecuado para satisfacer sus necesidades. Una vez que el proceso de solicitud esté completo, recibirá una carta de pre-aprobación en la que se indicará el monto que el prestamista está dispuesto a prestarle para su vivienda.


La carta de pre-aprobación no es vinculante para el prestamista; está sujeta a la tasación de la vivienda que usted desee comprar y a ciertas otras condiciones. Si cambia su situación financiera (por ejemplo, si pierde el empleo), si aumentan las tasas de interés o si deja pasar una fecha de vencimiento específica, el prestamista debe revisar su situación y volver a calcular el monto de la hipoteca en consecuencia.